domingo, 7 de marzo de 2010

"En Kraft Terrabusi luchamos contra la prepotencia de una patronal yanqui, pusimos en pie una comisión interna clasista y ahora vamos por más: estamos organizando comisiones de mujeres con nuestras compañeras precarizadas, con las madres, hermanas y esposas de nuestros compañeros. Sabemos que frente a la crisis y a la prepotencia de patrones como Kraft tenemos que estar unidas." Eso decía Pamela Bulacio, una de las obreras que protagonizó la lucha contra la multinacional norteamericana y que hoy integra la nueva comisión interna.

"Vamos por más", porque las trabajadoras que son las que sufren las peores condiciones de trabajo, la mayoría entre los precarizados, las que cobran los peores salarios y cargan con las responsabilidades domésticas después de largas jornadas de explotación, mostraron su decisión en el enfrentamiento a la patronal yanqui y a la burocracia sindical, en la defensa de sus delegados. Y lo hicieron a pesar de la represión del gobierno de Cristina, las presiones de la embajadora yanqui y la campaña mediática en su contra. Mostraron que se puede combatir, que se le puede torcer el brazo a la patronal, que se puede enfrentar las maniobras del Ministerio de Trabajo con disposición de lucha.

Ese “ejército silencioso” de centenares, miles, millones de trabajadoras que soportan el acoso de capataces y gerentes, brutales ritmos de producción, salarios miserables que siempre van detrás de la inflación, hizo escuchar su voz… está diciendo ¡Basta! en las fábricas alimenticias. Pero no son sólo ellas… Son también miles de trabajadoras docentes, de la salud, de las telefónicas, de los talleres metalúrgicos, gastronómicas, de limpieza, textiles, empleadas de comercio, de la fruta, del transporte, empleadas bancarias, las que no quieren más a los burócratas sindicales en su gremio, que reclaman aumento de salario, que quieren mejores condiciones de trabajo. Son todas las que se organizan también con sus vecinas amas de casa, estudiantes y desocupadas, para enfrentar a las redes de trata de mujeres, a los violadores; las que reclaman por sus familiares víctimas de la criminalidad empresarial de los dueños de Cromañón, de LAPA; las que siguen denunciando a la policía que asesina a sus hijos en los barrios pobres; las que exigen que se cumpla el derecho al aborto terapéutico cuando una menor es abusada, las que no quieren morir más en abortos clandestinos; las que denuncian las formas más brutales de violencia contra las mujeres. Son también las estudiantes combativas que, con su juventud y su rebeldía, se solidarizan activamente con las luchas de estas trabajadoras, mostrando que esta alianza es fundamental para enfrentar a los capitalistas y sus ataques, para luchar por todos nuestros derechos, con independencia del Estado y los partidos que representan los intereses patronales.

Por eso este año –cuando se cumple un siglo de la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas en la que la dirigente alemana Clara Zetkin propuso conmemorar el Día Internacional de la Mujer- no puede ser un día como todos los días… El “ejército silencioso” se empieza a poner en pie. Y, como decía Pamela, de Kraft, "vamos por más."

Este 8 de marzo es una oportunidad para denunciar a los capitalistas amigos de los Kirchner o a los que están detrás de los “republicanos” derechistas de la oposición; para denunciar el cinismo de la Iglesia que esconde entre sus filas a violadores y pedófilos; a los partidos del régimen que, si en algo están de acuerdo, es en seguir pagando la deuda externa, mantener las brutales condiciones de trabajo con salarios miserables y no avanzar un ápice en los derechos que reclamamos las mujeres.

La agrupación Pan y Rosas marchará junto a las nuevas delegadas de oposición a la burocracia de Kraft y PepsiCo; con las delegadas de la oposición a la burocracia sindical de FOETRA; con las delegadas docentes que enfrentaron a la burocracia de Baradel; mujeres que forman parte del nuevo sindicalismo de base que recorre el movimiento obrero.

Te invitamos a marchar con nosotras, para ser muchas más las que exijamos:

• ¡Que la crisis la paguen los capitalistas! ¡No al pago de la deuda externa! Salario mínimo igual a la canasta familiar, aumento indexado a la inflación real. Por la defensa de la comisión interna de Kraft y todas las delegadas y delegados combativos atacados por la burocracia, las patronales y la Justicia. Impulsemos comisiones de mujeres en todos los lugares de trabajo.

• ¡Ni una muerta más por abortos clandestinos! ¡Basta de judicializar los casos de aborto no punible! Por el derecho al aborto libre y gratuito. Separación de la Iglesia del Estado. Plenos derechos civiles para las mujeres lesbianas y todas las personas sin importar su identidad ni orientación sexual.

• ¡Basta de violencia contra las mujeres! Desmantelamiento de las redes de trata y prostitución. Libertad inmediata e incondicional de Romina Tejerina.

• ¡Fuera las tropas imperialistas de EE.UU. y la ONU de Haití! ¡Basta de represión contra el pueblo chileno! Organicemos la solidaridad con nuestras hermanas haitianas y chilenas y el pueblo pobre y trabajador de estos países afectados por los terremotos.

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